Mantener nuestras casas limpias es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo. Sin embargo, no le pidan a la generación Z que se encargue de ellos: una nueva encuesta reveló que los adultos más jóvenes prefieren pagar a otra persona y evitarse las molestias. El sondeo sobre trabajos sucios fue realizado a unas 1.000 personas y encargado por Cinch Home Services, y reveló que el mantenimiento de las fosas séptica es el trabajo más desagradable en el hogar y que nadie quiere hacer, aún así, el 12,8% de los encuestados afirma haber realizado esta tarea por sí mismos en lugar de llamar a un profesional.

Otras tareas sucias que poca gente hace por sí misma en casa son barrer la chimenea (15%), limpiar las trampas para plagas (31%), limpiar los canalones (34%) y deshacerse de un animal muerto que han encontrado (39%). Los animales son un factor importante en esta encuesta, pues solo el 51% de los encuestados limpia la caja de arena de su propio gato. WTF! Como si eso fuera poco, los encuestadores descubrieron que la Gen-Z son los mayores infractores cuando se trata de no recoger los excrementos de sus mascotas. Más de un tercio de los encuestados en ese rango de edad admitió que no recoge las heces de su perro cuando lo sacan.

De acuerdo con la encuesta, las personas estaban dispuestas a pagar un promedio de USD $21 para que otra persona limpiara los excrementos de su cachorro, en comparación con los 20 dólares que suele costar ese servicio. En general, el 78% de los encuestados dicen que han hecho una tarea sucia ellos mismos para ahorrar dinero, pues además, suelen infravalorar el costo de los servicios de un profesional.

Sin embargo, sí hay tareas sucias de las que muchos se encargan, como sacar la basura (82,5%) y limpiar el baño (81,6%). Curiosamente, el 25% de los encuestados de la Gen-Z revelaron que nunca han limpiado un inodoro, a diferencia de la generación de los baby boomers: 9 de cada 10 lo hacen con regularidad. Cuando se trata de otras tareas, aunque nueve de cada 10 personas dicen que harían ellos mismos los trabajos sucios si supieran cómo hacerlo, más del 46% dijo que la mayor razón por la que evitan estas tareas es la falta de experiencia. Otro 34% por ciento deja que un miembro de la familia o su pareja lo haga por ellos, y el 32% por ciento simplemente se niega porque “es demasiado asqueroso”.

Cuando se trata de tareas domésticas, no sorprende que la encuesta revele que son las mujeres las que más se ensucian las manos. La mitad de las mujeres dicen que hacen las tareas domésticas semanalmente, en comparación con solo el 40% de los hombres. Las personas que son propietarias de su casa también son más propensas a meterse en la suciedad (47%) que los inquilinos (40%). Para finalizar, tres de cada 10 encuestados se aseguran de recompensarse a sí mismos después de un trabajo bien hecho. La mitad de los encuestados de la Gen-Z se incluye en este grupo.

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