Amanda Bynes fue puesta en un centro psiquiátrico el domingo después de vagar desnuda por las calles de Los Ángeles. De acuerdo con un testigo que habló con TMZ, la actriz, que sufre de trastorno bipolar, hizo señas a un coche cuando estaba sin ropa y le dijo al conductor que estaba saliendo de un episodio psiquiátrico. Bynes, de 36 años, llamó ella misma al 911 y fue trasladada a una comisaría cercana, donde un experto en salud mental determinó que debía ser sometida a una retención por su seguridad.

Al parecer, Bynes permanece bajo el cuidado de un centro. El fin de semana pasado, la actriz tenía previsto asistir a la ’90s Con en Connecticut con sus ex compañeros de reparto de She’s All That el sábado, pero canceló debido a una enfermedad no revelada. El abogado de Bynes, que lleva mucho tiempo con ella, dijo el día de ayer que no estaba en condiciones de comentar la situación.

La noticia llega casi un año después de que un juez pusiera fin a la tutela de Bynes después de que su petición para disolver el acuerdo fuera apoyada por sus padres, Lynn y Rick Bynes. La exestrella infantil estaba bajo tutela personal desde 2013. Su tutela patrimonial finalizó en 2017.

“En los últimos años, he estado trabajando duro para mejorar mi salud para que pueda vivir y trabajar de forma independiente, y voy a seguir dando prioridad a mi bienestar en este próximo capítulo”, dijo Bynes en un comunicado a través de su abogado, David Esquibias, el 22 de marzo de 2022. “Estoy entusiasmada con mis próximos emprendimientos — incluida mi línea de fragancias — y espero compartir más cuando pueda”.

En ese momento, el juez del Tribunal Superior de Ventura Roger L. Lund indicó que la terminación de la tutela se produjo ya que las pruebas presentadas ante el tribunal mostraron que “ya no existen motivos para el establecimiento de una tutela de la persona”. Según los documentos judiciales presentados en 2022 por el abogado de Bynes, la estrella había estado viviendo en una “comunidad estructurada para mujeres” desde 2022, donde se esperaba que viviera un estilo de vida “independiente” y tuviera controles regulares con un administrador de casos.

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