Un hombre que se declaró culpable del asesinato de una empleada de un salón de masajes en Toronto, inspirado por el movimiento incel, buscó la ideología que lo llevó a cometer un “crimen horrible”, dijo el martes un juez de Ontario al sentenciarlo a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por 10 años. Aunque Oguzhan Sert tenía 17 años cuando llevó a cabo el brutal ataque con una espada en febrero de 2020, sentenciarlo como menor, lo que limitaría la sentencia a 10 años tras las rejas, sería “insuficiente” para responsabilizarlo, dijo el juez Sukhail Akhtar en la corte.

El apuñalamiento que mató a Ashley Noelle Arzaga, de 24 años, e hirió gravemente a una mujer identificada solo por las iniciales J.C. estuvo motivado por una ideología violenta y misógina, dijo el juez. Sert “cometió el crimen después de investigar exhaustivamente la cultura incel”, dijo Akhtar. “No acepto su… intento de eludir la responsabilidad afirmando que esa cultura le lavó el cerebro. Lo buscó, lo aceptó y actuó en consecuencia”, dijo el juez. El asesinato de Arzaga “refleja los males de esa ideología”, dijo. “(Este hombre) no solo asesinó a la señora Arzaga, sino que la masacró… con una espada de45 centímentros, incluso cuando la señora Arzaga yacía en el suelo, indefensa y agonizante”.

El ataque a J.C., también con la misma arma, “estuvo acompañado de un lenguaje que denotaba odio hacia las mujeres”, dijo el juez. “Tenía la intención de crear un nicho de infamia con mensajes diseñados para dejar claro que sus actos eran en nombre de la ideología incel”. Sert, que ahora tiene 21 años, también fue condenado a tres años de prisión por el intento de asesinato de J.C., que cumplirá simultáneamente. La identidad de Sert estaba protegida bajo una prohibición de publicación porque era menor de edad en el momento del ataque. Ahora que ha sido sentenciado como adulto, se le puede identificar. Sert tiene 30 días para apelar.

Sert se declaró culpable el año pasado de asesinato en primer grado e intento de asesinato. Más tarde, Akhtar dictaminó que el ataque fue un acto de terrorismo debido a sus vínculos con la ideología llamada “incel”, que significa “célibe involuntario”, una subcultura marginal de Internet dominada por hombres que culpan a las mujeres por su falta de relaciones sexuales. Se cree que esta es la primera vez en Canadá que un tribunal determina que existe actividad terrorista motivada por la cultura incel, lo que, según los abogados defensores, podría afectar la forma en que los tribunales tratan el terrorismo y la sociedad lo ve. En una audiencia el mes pasado, Sert se disculpó con la familia y los amigos de Arzaga, y con la víctima sobreviviente. También dijo que ha cambiado y ya no odia a las mujeres. “Me he dado cuenta de que la vida es mucho más que sólo la negatividad de Internet… Ojalá pudiera viajar en el tiempo y hacer entrar en razón a mi antiguo yo”, dijo.

El tribunal escuchó que Sert planeaba buscar mujeres para atacarlas violentamente con una espada después de que se radicalizó con opiniones misóginas en línea. Obtuvo la espada meses antes del ataque y le hizo inscribir una palabra despectiva para las mujeres y “asesina”, según escuchó el tribunal. El día del apuñalamiento, vestía un abrigo largo y oscuro y un sombrero, y llevaba una nota que decía “viva la rebelión incel” dentro de una bolsa con cierre, según escuchó el tribunal. Arzaga, que trabajaba en recepción, lo recibió como a un cliente, y Sert la apuñaló en el cuello sin previo aviso y continuó apuñalándola después de que cayó al suelo. J.C. corrió al área de recepción después de escuchar un sonido y también fue apuñalada. Sert le dijo que la iba a matar y la calificó con términos despectivos. Finalmente, la mujer logró quitarle la espada e incapacitarlo, lo que, según escuchó el tribunal, puso fin al ataque. Sufrió puñaladas, laceraciones en ambas manos y daños en los nervios mientras luchaba.

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