Este lunes, Chile se despertó con una noticia sorprendente: el Instituto de Salud Pública publicó una resolución en la que clasifica al Nitrato de Alquilo, mejor conocido como poppers, como producto farmacéutico. Hasta ahora, solo está disponible en Internet el enlace al PDF del Diario Oficial con la resolución, pues en la página del ISP aún no se han actualizado detalles ni han dicho nada por sus redes sociales hasta el momento de esta publicación, pero por lo visto, esto quiere decir que ahora los poppers podrán encontrarse en la farmacia como cualquier otro medicamento.

La noticia, por supuesto, sacudió a la comunidad LGBTQI+, en especial a la gay, ya que los poppers son una droga recreacional muy usada por los hombres que tienen sexo con otros hombres. Su uso ha existido desde al menos la década de los 70, y usualmente son adquiridos en pequeñas botellas que pueden contener nitrito de amilo, nitrito de butilo o nitritos de isobutilo. Se llaman poppers porque originalmente se vendían en pequeñas botellas que se apretaban o se “hacían estallar” entre los dedos para liberar el vapor, que se inhalaba para obtener una sensación de euforia o subidón.

Por lo general, este es un medicamento recetado que a veces utilizan los profesionales de la medicina para tratar las enfermedades cardíacas aumentando el flujo sanguíneo al corazón, pero que también se pueden adquirir sin receta y en los sex shops. A menudo se comercializan como “desodorantes de habitaciones”, “incienso líquido” y “limpiadores de cuero”, y producen vapores que pueden ser inhalados y se describen comúnmente como de olor afrutado e intenso, ¿Por qué son tan populares entre la comunidad gay? Pues los poppers son vasodilatadores, lo que significa que actúan ensanchando los vasos sanguíneos.

Esto aumenta el flujo sanguíneo y relaja los músculos que rodean el ano y facilita el sexo anal. Un estudio estima que más del 30% de los hombres que tienen sexo con hombres han utilizado poppers en algún momento: actúan como afrodisíacos y aumentan el placer sexual. Sin embargo, aunque la mayoría de las personas que usan poppers buscan los efectos secundarios relajantes y eufóricos, hay muchos efectos secundarios negativos como palpitaciones cardíacas graves, visión borrosa, disfunción eréctil, confusión, zumbidos en los oídos y vómitos, así como el desarrollo de metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo potencialmente mortal en el que el oxígeno no llega correctamente a las células.

Algunas personas combinan los poppers con medicamentos para la disfunción eréctil, lo que puede ser peligroso: tanto el nitrito de amilo como los medicamentos para la disfunción eréctil (como la Viagra y otros similares) aumentan el flujo sanguíneo, y tomarlos juntos puede causar una presión sanguínea peligrosamente baja, lo que provoca mareos, pérdida de conciencia e incluso la muerte. Así que mientras el Instituto de Salud Pública nos ofrece más detalles sobre esta resolución, no está de más aprender un poco sobre los poppers.

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