China detiene en seco el show de Maki Otsuki mientras cantaba el tema de “One Piece”
La tensión política entre China y Japón estalló en un escenario de Shanghái cuando la cantante Maki Otsuki fue abruptamente interrumpida a mitad del tema del anime One Piece: las luces y la música se apagaron de inmediato y dos miembros del equipo la retiraron del escenario. Fans calificaron el momento como “rudo”, “extremo” y “una falta de respeto”, mientras su agencia lo atribuyó después a “circunstancias inevitables”, afirmando que, más allá de la cancelación, el personal local fue “amable y servicial”, sin aceptar entrevistas ni ofrecer más detalles.
Un día después, la estrella pop Ayumi Hamasaki enfrentó su propia cancelación cuando organizadores suspendieron su concierto en Shanghái por “fuerza mayor”, dejándola frente a catorce mil asientos vacíos. Aun así, decidió presentarse como gesto hacia el equipo chino y japonés, insistiendo en que el entretenimiento debería funcionar como un puente. Ambos shows formaban parte de un festival de tres días cuyos eventos restantes también se suspendieron tras “considerar diversos factores”, según reportó la agencia Kyodo.
La ola de cancelaciones coincide con el repunte de la disputa diplomática después de que la primera ministra japonesa Sanae Takaichi sugiriera en el parlamento que Tokio podría tomar acciones militares si Beijing atacaba Taiwán. China, que considera la isla parte de su territorio, rechazó de inmediato los comentarios y ambos gobiernos presentaron protestas formales. En paralelo, medios estatales chinos anunciaron la postergación de estrenos de anime japonés, señalando cómo la fricción bilateral ya afecta la circulación cultural.
La retirada forzada de Otsuki generó comparaciones con la controvertida salida del expresidente Hu Jintao en dos mil veintidós, originando memes que se viralizaron el fin de semana. Algunos usuarios criticaron que Beijing “dirija la lanza hacia sus propios ciudadanos” al restringir eventos culturales, mientras sectores nacionalistas en Weibo celebraron la suspensión por ocurrir en un momento de indignación hacia Japón. El embajador estadounidense en Japón, George Glass, también intervino en X lamentando que haya personas que “no pueden sentir el poder de la música” y compartió la canción Don’t Stop Believin’ como mensaje de apoyo a la cantante.
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