La manifestación del 8 de marzo en Gijón, España, que conmemoraba el Día Internacional de la Mujer, se ha visto envuelta en una polémica que ha trascendido las calles para llegar a los tribunales. La Hermandad de los Estudiantes de Oviedo presentó esta semana una denuncia ante la Fiscalía de Asturias por un presunto delito de odio, motivado por la exhibición de una imagen de la Virgen de Covadonga con una representación queer durante la marcha feminista.

La controversia surge a raíz de la escenificación de una simulación de paso procesional en la que se mostraba una imagen de la Santina, nombre cariñoso con el que se conoce a la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias, con elementos que la Hermandad considera irrespetuosos y ofensivos. Según Benigno Maujo, hermano mayor de la Hermandad, la imagen fue utilizada de manera “burlesca”, causando “sorpresa, estupor y dolor” entre los miembros de la cofradía.

Según Maujo, la denuncia fue presentada por un delito de odio, recogido en el artículo 510 del Código Penal español. “Se ha hecho una actuación que implica humillación, desprecio, menosprecio y discriminación, porque es una parodia burlesca. Y todo eso son los requisitos que establece este artículo”, destacó.

La denuncia presentada ante la Fiscalía solicita que se inicie una causa penal contra los organizadores y promotores de la exhibición, así como la identificación de los mismos por parte de la Delegación del Gobierno. Además, se ha solicitado a la Comisaría de Policía de Gijón que aporte grabaciones y fotografías de la manifestación, con el objetivo de esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Organizaciones ultraconservadoras como Abogados Cristianos anunciaron que también emprenderán acciones legales, y el partido ultraderecha, Vox, solicitó la retirada de subvenciones a asociaciones que, según el partido, ofenden a los asturianos utilizando la imagen de la Santina.

Frente a estas acusaciones, Gloria García-Nieto, presidenta de la Asociación Feminista de Asturias (AFA), defendió lo sucedido como un “guiño” a un icono, argumentando que el feminismo no cree en milagros, sino en la lucha. García-Nieto también recordó que en el pasado ya se han realizado acciones similares sin que ello haya derivado en denuncias.  “En la transición desde el franquismo podías meterte con quien te diera la gana. Nosotras pintamos el Arzobispado de arriba a abajo con eso que se decía entonces de ‘si los curas parieran el aborto sería un sacramento’. Bueno, pues ahora lo hacemos con el Papa. Lo hacemos con Cristo Bendito, eso está claro. Y nunca nadie puso una denuncia”. Agregó: “Que no nos vengan a dar lecciones de moral ni de ética, porque son los primeros farsantes que ni creen en la religión, ni creen en los ídolos que adoran ni creen en nada”, afirmó.

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