Una de pas primeras decisiones de Donald Trump como presidente de Estados Unidos fue firmar una orden ejecutiva que prohíbe a las mujeres transgénero competir en deportes femeninos. Esta medida generó un intenso debate debido a la limitación del reconocimiento de las identidades transgénero. La orden ejecutiva, titulada Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos, buscaba asegurar que solo aquellos atletas asignados como mujeres al nacer puedan participar en competencias femeninas.

La decisión de Trump se basa en su interpretación del Título IX, una ley federal que protege la igualdad de género en la educación y el atletismo. Según la administración Trump, esta ley debe aplicarse de manera que el sexo se defina estrictamente como masculino o femenino, según lo asignado al nacer. Además, la orden implica que las instituciones que permitan la participación de atletas transgénero en deportes femeninos podrían perder financiación federal.

Aunque muchos daban por sentada la aprobación de la ley, la administración Trump sufrió un duro golpe esta semana, pues el proyecto de ley no logró avanzar en el Senado estadounidense. El proyecto, que requería 60 votos para avanzar, fue bloqueado por los demócratas en una votación de 51 a 459. Comentando el resultado de la votación, el demócrata de Colorado John Hickenlooper acusó al senador republicano Tommy Tuberville, que presentó el proyecto de ley, de “intentar agitar las guerras sociales sobre algo que realmente no existe”.

Kelley Robinson, presidenta de Human Rights Campaign, respondió a la noticia diciendo: “Todas las niñas deberían tener la oportunidad de experimentar las sencillas alegrías de ser joven y crear recuerdos con sus amigas. Pero proyectos de ley como éste transmiten el mensaje de que las niñas transexuales no merecen las mismas oportunidades de prosperar que sus compañeras simplemente por ser quienes son”, agregando que leyes como esta “son imposibles de aplicar sin poner a todas las niñas en riesgo de preguntas invasivas o exámenes físicos sólo porque alguien no se ve o se viste como los demás”.

Finalizó: “Deberíamos querer que todas nuestras niñas tuvieran la oportunidad de formar parte de un equipo, resolver problemas con otras, aprender habilidades valiosas y encontrar lugares a los que pertenecer. Gracias a los líderes que se han levantado hoy, han hecho frente a quienes juegan a hacer política con la vida de las jóvenes y han declarado que la nuestra debe ser una nación en la que todas las niñas se sientan valoradas”.

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