El volcán Lewotobi Laki Laki, ubicado en la isla de Flores, Indonesia, entró en erupción por segundo día consecutivo el martes 8 de julio de 2025, lanzando columnas de lava y ceniza volcánica que alcanzaron hasta 4 kilómetros de altura. Esta actividad siguió a una erupción intensa el lunes, que elevó una columna de materiales volcánicos hasta 18 kilómetros y otra en la noche que alcanzó 13 kilómetros, afectando varias aldeas cercanas y causando la suspensión de vuelos en la región.

Los residentes de las comunidades cercanas usaron mascarillas para protegerse de la densa capa de ceniza que cubrió carreteras y campos de arroz, mientras que las autoridades locales distribuyeron 50.000 mascarillas y recomendaron limitar las actividades al aire libre. También se advirtió sobre posibles flujos de lava en los ríos debido a las lluvias intensas, lo que podría agravar la situación.

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El volcán, que tiene una altura de 1.584 metros, se encuentra en alerta máxima desde el 18 de junio, cuando se amplió la zona de exclusión a un radio de 7 kilómetros para proteger a la población. Las erupciones recientes han provocado la evacuación y afectación directa a más de 10.000 personas en al menos 10 aldeas de los distritos de East Flores y Sikka.

Las imágenes y videos que circularon en redes sociales mostraron a habitantes huyendo bajo la lluvia de ceniza y fragmentos de roca volcánica, mientras que la visibilidad en las carreteras se redujo considerablemente, dificultando el tránsito de vehículos. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas fatales ni heridos graves en estas últimas erupciones.

La actividad volcánica actual es una continuación de episodios que comenzaron a finales de 2023, con una erupción particularmente violenta en noviembre de 2024 que dejó nueve muertos y varias decenas de heridos. La Agencia de Geología de Indonesia ha registrado avalanchas de nubes de gas y lava que descendieron hasta 5 kilómetros por las laderas del volcán, y el movimiento de magma ha generado sismos volcánicos. 

El impacto en el transporte aéreo ha sido significativo, con la cancelación y retraso de decenas de vuelos en aeropuertos de Bali, Australia, Singapur y Corea del Sur. Sin embargo, el aeropuerto internacional Ngurah Rai en Bali continúa operando normalmente, ya que la ceniza no ha afectado su espacio aéreo. Las autoridades insisten en mantener la calma y seguir las indicaciones oficiales para evitar riesgos mayores.

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