Esta semana, una serie de cartuchos de vaping ilegales confiscados a los alumnos de un colegio en Reino Unido revelaron altos niveles de plomo, níquel y cromo, según informó BBC News. Los vapes usados se recogieron en el Baxter College de Kidderminster y posteriormente se analizaron en un laboratorio. Los resultados mostraron que los menores que los utilizaban podían estar inhalando más del doble de la cantidad diaria segura de plomo, y nueve veces la cantidad segura de níquel. Algunos vaporizadores también contenían sustancias químicas nocivas como las del humo de los cigarrillos.

Según la Organización Mundial de la Salud, la exposición de menores de edad a altos niveles de plomo puede afectar al sistema nervioso central y al desarrollo del cerebro. El laboratorio Inter Scientific, de Liverpool, que trabaja con los fabricantes de vapeadores para garantizar el cumplimiento de las normas reguladoras, analizó 18 vapeadores y descubrió que la mayoría eran ilegales y no habían sido sometidos a ninguna prueba. El cofundador del laboratorio, David Lawson, declaró: “En 15 años de pruebas, nunca he visto plomo en un dispositivo. Ninguno de ellos debería estar en el mercado, ya que infringen todas las normas sobre niveles permitidos de metal. Son los peores resultados que he visto nunca”.

En los “highlighter vapes” (diseñados con colores brillantes para parecerse a los rotuladores de neón) las cantidades de metales encontradas eran plomo (12 microgramos por gramo, 2,4 veces el nivel de exposición seguro estipulado), níquel (9,6 veces los niveles seguros) y cromo (6,6 veces los niveles seguros). En un principio se pensaba que los metales procedían del elemento calefactor, pero las pruebas demostraron que estaban en el propio e-líquido. Las pruebas de laboratorio también descubrieron carbonilos, que se descomponen cuando el e-líquido se calienta en sustancias químicas como el formaldehído y el acetaldehído, que también se encuentran en el humo de los cigarrillos, en niveles 10 veces superiores a los observados en los vaporizadores legales. Algunos tenían mucho más que los cigarrillos.

Craig Copland, responsable de cigarrillos electrónicos de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), dijo que los resultados se revisarían para evaluar si los vaporizadores suponían un riesgo para la salud. John Britton, catedrático de Epidemiología de la Universidad de Nottingham y miembro del Grupo sobre Tabaco del Real Colegio de Médicos, afirma que inhalar metales puede ser peligroso, y que por ejemplo, el plomo es una neurotoxina: “El plomo es una neurotoxina y perjudica el desarrollo cerebral, el cromo y el níquel son alergenos y las partículas metálicas en general en el torrente sanguíneo pueden desencadenar la coagulación de la sangre y agravar las enfermedades cardiovasculares”.

“Los carbonilos son ligeramente cancerígenos, por lo que su uso continuado aumenta el riesgo de cáncer, pero en los productos legales, los niveles de todas estas sustancias son extremadamente bajos, por lo que el riesgo para el individuo a lo largo de su vida es muy pequeño”, afirmó, explicando que últimamente se ha producido un aumento mucho mayor de los productos ilegales y que “algunos de ellos son difíciles de distinguir de los que son potencialmente legales”.

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