¿Es peligroso reutilizar envases de plástico para guardar la comida?

El plástico se ha convertido en parte integral de nuestra vida cotidiana y es común verlo en utensilios de cocina, así como en los recipientes para almacenar alimentos (¿Quién puede olvidar los famosos Tupperware de los años 70 y 80?). Aunque los utensilios de plástico puedan parecer prácticos, es fundamental conocer los posibles riesgos para la salud que conllevan, especialmente cuando los reutilizamos. Por lo general, tenemos la costumbre de usar los envases de margarina, queso crema, dulce de leche o más para extender la vida útil del plástico y no sentirnos tan mal por utilizar un producto con plástico de un solo uso, pero lo cierto es que su uso puede tener consecuencias para nuestro bienestar.
Un artículo reciente en Animal Político señala justamente los riesgos de reutilizar envases de comidas que compramos en el supermercado, como crema, helados, yogurt y más. Está de más decir que es una práctica tradicional refrigerar las sobras de comida en recipientes de plástico. Un vistazo a nuestras neveras revela que por lo general solemos reciclar estos envases. ¿Cuál es el problema? pues que estos recipientes de plástico, cuando se exponen al calor, pueden liberar sustancias químicas que suponen un riesgo para nuestra salud.
Según explica el artículo, estos envases plásticos están hechos para guardar comidas en un estado de refrigeración, y cuando se ponen en contacto con el calor desprenden sustancias como el Bisfenol A (BPA) en forma de vapor, que puede ser cancerígena si se excede el consumo, de acuerdo a la Dra. Berenice Arias, especialista en microbiología e inocuidad de alimentos y académica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente en Guadalajara, México. “Hasta el momento no hay estudios científicos para tener exactitud de cuánta cantidad o exposición causa la intoxicación por Bisfenol A en las personas, pero al menos el Códex Alimentarius de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés) estableció un límite de exposición al BPA, que puede ser entre uno y 1.5 miligramos por metro cuadrado”.
De hecho, en México, la Procuraduría Federal del Consumidor recomendó no tener la práctica de almacenar la comida en envases de crema o yoghurt, porque son de un solo uso y cuando se utilizan más de lo que se espera, pueden deteriorarse. Aunque expertos como el Dr. Carlos Rius, académico de la Facultad de Química de la UNAM en México dicen que para que haya un verdadero efecto tóxico “habría que tomar cantidades muy grandes del Bisfenol A”, lo cierto es que al no haber estudios que definan exactamente cuánto hay que consumir para estar en peligro, lo mejor es prevenir.
¿Qué puedes hacer? Pues utilizar envases de vidrio (que puedes conseguir muy fácilmente) o libres de bifenilos policlorados (BPCs) porque son más inocuos y sí pueden entrar al microondas u otra fuente de calor, sin afectar la seguridad de los alimentos. Para ello, debes revisar en el empaque o en el fondo de los envases, pues suelen estar marcados como “seguros para el microondas”, lo que te da una garantía sobre los materiales que se utilizan, hechos para soportar recalentado tras recalentado sin problemas. Así que tira a la basura ese envase de yogurt y utiliza uno hecho para almacenar y calentar tu comida de forma segura.
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