Escuchar música con ritmo hace que mejore nuestra capacidad cognitiva, según estudio

¿Te gusta bailar? ¿Dejar que el ritmo te inunde mientras te rindes al compás de la música? Resulta que bailar al ritmo de la música no es solo una actividad para sentirse bien, sino que también mejora la función cerebral. Un grupo de investigadores de la Universidad de Tsukuba en Japón llevaron a cabo un estudio que sugiere que la música con ritmo, conocida como música groove, puede “aumentar significativamente las medidas de la función ejecutiva y la actividad cerebral asociada en los participantes que están familiarizados con la música”, según un comunicado de prensa.
Además, la música groove puede hacer aflorar sentimientos de placer, aumentando los niveles de excitación del comportamiento. Los investigadores plantearon la hipótesis de que la música groove también podría mejorar la función ejecutiva. Hasta ahora, no se habían realizado estudios para analizar el efecto de la música groove en la función ejecutiva o en la actividad cerebral de regiones asociadas a la función ejecutiva. “Los ritmos groove provocan respuestas afectivas positivas. Sin embargo, se desconoce si influyen en la función ejecutiva”, afirma el autor principal del estudio, el profesor Hideaki Soya. “En consecuencia, en el presente estudio realizamos imágenes cerebrales para evaluar los cambios correspondientes en la función ejecutiva y medimos las respuestas psicológicas individuales a la música groove”.
Los investigadores escriben que contaron con 51 participantes que se dividieron en dos grupos: escucharon un ritmo groove durante tres minutos o un metrónomo de ruido blanco durante tres minutos. Antes y después de la escucha, los sujetos realizaron la tarea Stroop, en la que se presentan nombres de colores que no coinciden con el texto (por ejemplo, la palabra “rojo” escrita con tinta azul) y se pide a los participantes que nombren el color del texto. Mientras estaban ocupados con la tarea Stroop, se les monitorizó la actividad del córtex prefrontal dorsolateral izquierdo con espectroscopia funcional de infrarrojo cercano, lo que permitió a los investigadores examinar la función ejecutiva inhibitoria antes y después de escuchar música. Los investigadores también realizaron una encuesta sobre la experiencia subjetiva de escuchar este tipo de música.
“Los resultados fueron sorprendentes”, explica el profesor Soya. “Descubrimos que el ritmo groove mejoraba la función ejecutiva y la actividad en el l-DLPFC solo en los participantes que informaron de que la música provocaba una fuerte sensación de groove y la sensación de estar despejado”. Adicionalmente, explica que los “efectos del ritmo groove en el rendimiento cognitivo humano pueden estar influidos por la familiaridad o la capacidad de procesamiento del ritmo”.
Mejorar la función ejecutiva podría beneficiar a las personas de muchas maneras. Por ejemplo, podría prevenir la demencia en personas mayores o ayudar a los empleados a mejorar su rendimiento. Además, los efectos positivos del ritmo en la función ejecutiva “podrían incluir los efectos de las emociones positivas y de la sincronización rítmica”. Este reciente estudio, publicado en la revista Scientific Reports, podría ayudar a explicar los numerosos beneficios del baile, o de cualquier forma de ejercicio musicalizado. “Es necesario seguir investigando para desarrollar aplicaciones para esta nueva información”, concluye el comunicado de prensa.
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