Un grupo de estudiantes universitarios italianos colgaron esta semana una efigie del multimillonario Elon Musk en la Piazzale Loreto de Milán, el tristemente célebre lugar donde fue profanado el cuerpo del dictador fascista Benito Mussolini en 1945.

La manifestación, infomó ANSA, se produjo en medio de la indignación generalizada por la aparición de Musk en la toma de posesión del presidente Donald Trump el lunes, donde el CEO de Tesla y SpaceX hizo dos saludos con los brazos rígidos que eran básicamente un saludo nazi. 

Aunque los medios de comunicación estadounidense han evitado llamar al saludo por su nombre, en Europa la situación ha sido distinta, pues el saludo con el brazo recto está prohibido en muchos países debido a su asociación con regímenes fascistas. Algunos editoriales en Francia y Alemania lo llamaron “un saludo de Hitler es un saludo de Hitler”.

Musk, que ha fue elegido para codirigir un nuevo departamento de eficiencia gubernamental bajo el mandato de Trump, desestimó las reacciones negativas al saludo: “Francamente, necesitan mejores trucos sucios. El ataque de ‘todo el mundo es Hitler’ es agotador”. 

El colectivo estudiantil Cambiare Rotta (Cambia de Rumbo) reivindicó la acción en Italia, compartiendo imágenes de la efigie (hecha con un saco lleno de basura con una impresión de la cara de Musk pegada) colgando de una verja de la plaza. “Siempre hay sitio en Piazzale Loreto, Elon…”, escribió el grupo junto a la efigie, estableciendo paralelismos entre Musk y el líder fascista italiano.

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