¡No te pierdas de nada! 👽

Sucribirme! Let's go!

Un resumen de historias para leer, mirar y escuchar cada semana. 0% Spam. GDPR.

No quiero, gracias

Es inválido 💣

Mental Health
¡Espera un poco!
Read and listen
Ayy, close that door, we blowin' smoke
Album Reviews

Ethel Cain

Perverts

Portada del álbum "Perverts" de Ethel Cain.
8
Words Mirangie Alayon

La trayectoria de Ethel Cain se siente como un vía crucis salido de las entrañas mismas del bible belt de Estados Unidos. Nacida en 1998 en el seno de una familia evangélica, Hayden Silas Anhedönia (su nombre real) creció en Florida, en la pequeña ciudad de Perry, tristemente célebre por haber sido escenario de linchamientos racistas durante la era segregacionista. De niña, no se le permitía entrar en Internet y pasaba el tiempo en el coro de la iglesia, y a los 12 años, el anuncio de que era gay le valió el oprobio de su comunidad religiosa. Para escapar a esta caza de brujas, dejó de salir de casa, iba al colegio por Internet y escuchaba una y otra vez a Karen Carpenter y Florence and The Machine. Poco a poco, se encerró en una burbuja.

A los 20 años, decidió asumir su transidentidad y abandonó a su familia para vivir con unos amigos en una iglesia profanada en las profundidades de Indiana. Allí escribió lo que se convertiría en su primer álbum, Preacher’s Daughter (2022). Con sus melodías pop y sus guitarras embrujadas, cuenta la historia de su alter ego, Ethel Cain, una joven maltratada de niña que se lanza a la carretera a través de Estados Unidos, se entrega a las drogas y acaba asesinada por su novio. La historia y el álbum hicieron de Cain una figura de culto en la música independiente, con seguidores que analizan cómo ese macabro viaje por carretera se hace eco de la propia vida de Hayden.

Con este primer álbum, Cain pudo haberse hecho un nicho como una hija gótica del folk y el country, como una prima alternativa y menos problemática de Lana Del Rey, capaz de colaborar con raperos o versionar una canción slowcore y acabar en la playlist anual de Barack Obama. Pero Cain prefiere ser una artista inclasificable, decidida a sorprender a sus propios fans. Así que aunque muchos hayan querido escuchar más temas como Crush o American Teenager y sus cálidos vuelos de fantasía, ese sonido quedó atrás para darle la bienvenida a la música ambiental oscura de Perverts (2025), en el que amplía el mundo de Ethel Cain explorando sus traumas familiares. El proyecto se centra en la historia de su madre, que se enfrenta a la muerte de su hija. Inspiradas en películas de terror y documentales de crímenes reales, las canciones se alargan hasta convertirse en largas extensiones de sonido, a veces recurriendo a oscuras atmósferas ambientales o a guitarras de drone metal.

En este disco de 90 minutos, la artista recurre a las repeticiones ancestrales del drone, las texturas atemporales del ambient, el dramatismo austero del rock gótico y la lenta intensidad de algunas de las iteraciones más introspectivas del indie rock, encabezadas por el slowcore. El resultado es inevitablemente sombrío, irregular y cargado de fatalidad; como mínimo, el disco está dominado por lo espantoso y por el esfuerzo en borrar todos los puntos de referencia temporales. Incluso cuando se produce un furtivo retorno a la luz, las melodías se deslizan hacia una disonancia cuyas sombras parecen permanentes, inevitables. Este álbum difumina los límites sonoros sobre todo en la canción que da título al disco, de 12 minutos de duración, que ambienta un mundo frío y oscuro y retoma con gracia el himno de Sarah Flower Adams, Nearer, My God, to Thee en una versión lo-fi, casi ambient. Tras esta inusual introducción, Volvemos a un territorio más familiar con Punish, con su crescendo de notas de piano y sus crecientes influencias slowcore, mientras la nativa de Tallahassee cuenta la historia de un niño que mata a su atormentador pederasta, así como la melancólica balada country Vacillator, donde difumina las líneas entre sexo y violencia (I like that sound you make / When you’re clawing at the edge and without escape / Do you like that, baby? / I could make you cum twenty times a day / Close the door, let me in, canta).

La atmósfera sigue siendo intensa, oscura y pesada en Housofpsychoticwomn, cuyo título se inspira en las memorias de la cineasta canadiense Kier-La Janisse. Aquí, Cain nos adentra en un universo sonoro más que inquietante: en constante anticipación, sentimos las texturas opresivas y perturbadoras como un ataque de pánico. Cain mantiene una especie de ambiente lo-fi con el bajo y el piano oscuro de Onanist, pero también en el tema Pulldrone, donde plantea preguntas sin música (Are these laurels to be proud of? / Let me tell you how much I’ve come to hate you since I began to live), antes de hacernos temblar con su violín desarticulado. El piano y la guitarra acústica animan el magnífico tema Etienne, mientras que Thatorchia es otro momento poderoso, casi gótico. Sin voz, sin letra, pero con una cinematografía en estado puro, un poco como la banda sonora de una película de terror. Por último, Cain decide abandonar la búsqueda del amor en favor de las drogas en Amber Waves, un monstruo de 12 minutos que nos transporta a un campo de trigo desierto, solos en el mundo, acompañados por unas notas de guitarras inquietantes y góticas.

Más allá de su proeza sensorial y del realismo de sus tormentos, Perverts es una experiencia profundamente individual e íntima, y una oportunidad para la introspección. Al rechazar toda temporalidad, el minimalismo de las composiciones nos permite abandonarnos a la meditación, mientras que la crueldad de las texturas nos incita a enfrentarnos a una violencia pérfida y a menudo latente: la que nos infligimos a nosotros mismos. Si en Preacher’s Daughter la artista nos ofreció una mirada penetrante a la violencia incrustada en las instituciones de la iglesia, la pareja y el núcleo familiar, Perverts estrecha el alcance de Cain al cuerpo humano. La educación cristiana estadounidense advierte contra el placer físico, inculcando un conflicto en los sentidos. El cuerpo busca y recompensa la liberación sexual, pero la Iglesia la condena, así que el autodesprecio se transforma en autogratificación. Perverts explora las ruinas psíquicas de este enigma, rechazando el impulso de salir de la oscuridad, abriendo el pecho para dejarla entrar.

Escucha Perverts en su totalidad a continuación.

Despues de leer, ¿qué te pareció?

  • Me gustó
  • Me prendió
  • Lo amé
  • Me deprime
  • WTF!
  • Me confunde
   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.

Aceptar
NIGHT MODE DAY MODE