Francia prepara el juicio del cirujano que abusó sexualmente de cientos de niños por décadas
Tras un juicio de alto perfil con el caso de violación masiva de Gisèle Pelicot, finalizado el pasado diciembre, Francia se prepara para seguir otro juicio: el de Joël Le Scouarnec, un cirujano acusado de abusar sexualmente de cientos de niños a lo largo de décadas. El caso, que se considera el mayor juicio por abuso infantil en la historia de Francia, ha generado indignación por la presunta facilidad con la que el cirujano pudo atacar a jóvenes pacientes, algunos de ellos bajo anestesia, en la sala de recuperación postoperatoria o en sus camas de hospital.
Le Scouarnec, de 73 años, trabajó como cirujano digestivo en hospitales públicos y privados de Bretaña y el oeste de Francia, operando a menudo a niños con apendicitis. A pesar de haber sido señalado a las autoridades francesas por el FBI en 2004 por ver imágenes de abuso infantil en la dark web, por lo que fue condenado y recibió una pena de prisión suspendida de cuatro años en Francia en 2005, nunca se le impidió trabajar con niños y continuó obteniendo trabajos prestigiosos en hospitales de todo el país.
Las pruebas en el juicio incluyen cuadernos manuscritos en los que Le Scouarnec enumeraba las iniciales de los pacientes y sus presuntos crímenes contra ellos. La policía cotejó los cuadernos con los registros del hospital para identificar a las posibles víctimas, algunas de las cuales estaban inconscientes y bajo anestesia en el momento de los hechos. En un patrón de presunto abuso que se extendió desde 1989 hasta 2014, Le Scouarnec está acusado de la violación o agresión sexual de 299 pacientes: 158 menores varones y 141 menores hembras. Un total de 256 tenían menos de 15 años, y la edad media era de 11 años.
El fiscal de Lorient, Stéphane Kellenberger, declaró que numerosas víctimas se encontraban en el quirófano del hospital, bajo anestesia, recuperándose tras la cirugía, en estado de sedación o habiendo sido puestas a dormir, lo que significaba que no podían darse cuenta de lo que se les hacía. Al anunciar el juicio, dijo que Le Scouarnec había aceptado algunos de los cargos en su contra, explicando su “modus operandi, su determinación de actuar de esta manera… y sus estrategias de disimulación para no arriesgarse a ser descubierto”.
Francesca Satta, abogada de 10 de las víctimas, incluidas las familias de dos hombres que se quitaron la vida tras ser informados por los gendarmes de lo que presuntamente les había ocurrido, dijo que este juicio es extraordinario porque, que ella sepa, nunca ha habido un juicio por abuso infantil con tantas víctimas en ninguna parte del mundo. Satta añadió que fue devastador para muchas de las presuntas víctimas, ahora en sus treintas y cuarentas, escuchar pasajes de los diarios de Le Scouarnec describiendo sus abusos cuando eran niños. Se espera que el juicio dure unos cuatro meses.
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