Spirited Away, es considerada una de las obras maestras de Studio Ghibli y un hito en la historia del cine de animación. Dirigida por Hayao Miyazaki y estrenada en 2001, la película fue aclamada desde su estreno tanto por la crítica como por el público, ganando numerosos premios, incluyendo el Oscar a la Mejor Película de Animación en 2003. Para muchos fans de Miyazaki, esta película no solo representa una experiencia visual impresionante, sino que también es un hermoso filme sobre la identidad y la resiliencia.

Como recordamos, la narrativa sigue a Chihiro, una niña que se encuentra atrapada en un mundo espiritual mientras intenta salvar a sus padres transformados en cerdos. Este viaje no solo es físico, sino también emocional, ya que Chihiro debe enfrentarse a sus miedos y crecer en un entorno desconocido. La riqueza visual y la atención al detalle en la animación han llevado a que Spirited Away sea considerada como una de las más especiales de los fans de Ghibli, en especial porque muchos se preguntan si Chihiro y sus padres atravesaron el túnel al mundo de los espíritus, si consiguen regresar de verdad, o si el filme solo ocurre e la imaginación de la niña.

Hace unos años, en una entrevista, Miyazaki parece haber aclarado que para él, la historia es más bien una exploración de la pérdida y el crecimiento personal, temas que son recurrentes en su filmografía. Para la revista Turning Point, explicó: “No estoy tan seguro. Lo que puedo decir es que no quería que el ‘otro mundo’ fuera enteramente un sueño. Por eso, en la última escena, después de que Chihiro regrese al mundo real, ves que hay hojas cubriendo el coche”, dijo Miyazaki. “Y también, aunque ni siquiera Chihiro se dé cuenta, decidimos dejarle el coletero que le da Zeniba. Así que es algo que se supone que pasó realmente. Si no todo sería demasiado triste, ¿no?”

Agrega: “De hecho, en realidad es una historia muy triste. Especialmente el final, ¿no te parece? Después de todo, cuando Chihiro por fin ha sido aceptada por toda la gente que ha conocido en el otro mundo, tiene que dejarlo. Si se hubiera quedado más tiempo podría haber conocido a los hombres rana y las mujeres babosa un poco mejor. Se habría dado cuenta de que hay todo tipo de personas en el mundo, incluyendo gente buena e idiotas estúpidos. Pero tiene que dejar todo eso atrás. Es muy triste. Incluso yo, que hice la película, me sentí triste”.

En relación a si Chihiro conserva la memoria de su experiencia en el mundo sobrenatural, Miyazaki adoptó una postura ambigua. Indicó que, en general, las personas no tienen un recuerdo completo de todas sus vivencias. Sin embargo, enfatizó que los recuerdos siempre permanecen en nosotros, aunque no seamos capaces de recordar cada detalle de lo que hemos vivido.

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