Un turista estadounidense fue detenido esta semana por la policía de Jerusalén por destrozar intencionalmente algunas estatuas dentro del Museo de Israel. Al parecer, las estatuas ofendían “la sensibilidad religiosa” del hombre. Según el comunicado de la policía, el jueves por la noche se llamó a los agentes después de que el visitante destrozara intencionadamente y causara graves daños a varias esculturas del museo.

Las autoridades publicaron fotos en las que se veían dos esculturas, que el visitante había derribado de sus pedestales, rotas en varios pedazos en el ala de arqueología del museo. Las piezas rotas fueron la cabeza de Atenea, del siglo II de nuestra era, descubierta en 1978 en Tel Naharon, cerca de Beit She’an, y la estatua de un grifo que sostenía la rueda del destino y representaba al dios romano Némesis. La estatua de un grifo fue descubierta en el norte del Néguev en 1957 y datada entre los siglos 210 y 211 de nuestra era.

La policía declaró que el hombre, de 40 años, fue detenido por un guardia de seguridad del museo antes de que la policía llegara al lugar y lo arrestara. El museo también facilitó a la policía una foto del palo que, según ellos, llevaba el hombre por el museo y que podría haber utilizado para destrozar las esculturas. Las autoridades interrogaron al sospechoso y tiene previsto solicitar al juez que le niegue la libertad bajo fianza. La evaluación inicial de los agentes de policía es que el hombre destruyó las estatuas porque creía que iban “en contra de la Torá”, según el comunicado de la policía.

Nick Kaufman, abogado del sospechoso, negó que hubiera actuado por extremismo religioso. En cambio, dijo que su cliente padecía el “síndrome de Jerusalén”, un estado psicótico agudo que, según algunos, se observa en turistas que muestran comportamientos de personajes bíblicos cuando visitan Jerusalén. Debido a esto, se ha ordenado al hombre que se someta a una evaluación psiquiátrica.

Las esculturas dañadas fueron enviadas al laboratorio de conservación del museo para su restauración profesional. El museo calificó el incidente de “grave” y “preocupante”, afirmando que no afectará a sus horarios de apertura y funcionamiento. Agregaron que la institución “condena toda forma de violencia y espera que este tipo de incidentes no se repitan”.

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