Japón obtiene el visto bueno del organismo de control nuclear de la ONU para verter el agua del desastre de Fukushima

El organismo de control nuclear de la ONU anunció que aprobó el plan de Japón de verter en el Pacífico el agua radiactiva tratada procedente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, una propuesta duramente condenada por China y Corea del Sur. Una revisión de dos años realizada por el Organismo Internacional de la Energía Atómica concluyó que los planes se ajustaban a las normas internacionales de seguridad. Los vertidos graduales de las aguas tratadas, que se prevé que tarden décadas en completarse, tendrían “un impacto radiológico insignificante sobre las personas y el medio ambiente”, concluyó el organismo.
“Hemos comparado con otras opciones y hemos podido confirmar que ésta es la que existe y que tiene un historial probado”, dijo el jefe del OIEA, Rafael Grossi, en una conferencia de prensa en Tokio el martes. Señaló que el método ha sido utilizado por centrales nucleares en funcionamiento en todo el mundo, incluidas instalaciones en China y Corea del Sur. El Gobierno japonés ha indicado que empezará a verter más de un millón de toneladas de las denominadas aguas tratadas con ALPS en torno al verano, pero no ha fijado una fecha concreta a la espera de la evaluación del OIEA.
“No aprobaré un vertido que tenga un impacto perjudicial sobre la salud de las personas y el medio ambiente en Japón o en todo el mundo”, declaró el primer ministro Fumio Kishida al recibir el informe del OIEA. “Lo explicaré con cuidado tanto en casa como en el extranjero con un alto grado de transparencia”. Los reactores de Fukushima se fundieron en marzo de 2011 después de que un devastador tsunami inutilizara sus sistemas de refrigeración. El agua utilizada posteriormente para refrigerar los reactores, junto con las aguas subterráneas que fluían hacia el emplazamiento, se contaminó con nucleidos radiactivos.
El agua contaminada ha sido tratada con un elaborado sistema de filtración para eliminar la mayor parte del material radiactivo. Sin embargo, no hay forma práctica de filtrar el tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno. El tritio tiene una semivida (es decir, el tiempo necesario para que la mitad de la sustancia radiactiva inicial se desintegre) de 12,3 años. La radiación puede ser peligrosa para la salud, pero Japón sostiene que la dosis del agua de Fukushima sería inferior a 1/40 de las normas de seguridad, o una séptima parte de la norma de agua potable de la Organización Mundial de la Salud.
Aun así, el plan de verter el agua al mar ha suscitado la oposición de los países vecinos y de los pescadores locales, preocupados por los daños a su reputación. El ministro de Agricultura de Corea del Sur, Chung Hwang-keun, declaró que se mantendría la prohibición de productos agrícolas procedentes de los alrededores de la central de Fukushima hasta que se aliviara la preocupación de la población del país. Según una encuesta de Gallup realizada la semana pasada, el 78% de los surcoreanos albergaba preocupación por la posible contaminación del agua de los océanos y el marisco como consecuencia del vertido. El mes pasado, la oficina metropolitana de educación de Seúl anunció que intensificaría las pruebas de radiación en las comidas escolares en respuesta a las preocupaciones expresadas por estudiantes y padres.
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