La futbolista española Jenni Hermoso compareció el día de hoy ante la Audiencia Nacional en el juicio contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por el beso no consentido que le propinó durante la entrega de medallas del Mundial femenino en agosto de 2023. Hermoso afirmó de manera contundente que sabía que estaba siendo besada por su jefe y que tal acto “no debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral”. En su declaración, destacó que se sintió “poco respetada” y que el beso manchó uno de los días más felices de su vida, subrayando la gravedad del incidente en un contexto laboral.

Durante su testimonio, Hermoso relató cómo Rubiales se acercó a ella con efusividad, sujetando su cabeza y besándola sin previo aviso ni consentimiento. Afirmó que no tuvo capacidad de reacción y que no entendió lo que estaba sucediendo en ese momento. Su relato contrasta con la versión del acusado, quien había afirmado que le preguntó si podía darle un beso y que ella accedió. Hermoso enfatizó que nunca buscó ese acto y que no lo esperaba, lo que refuerza su posición sobre la falta de consentimiento.

Uno de los momentos más destacados de su declaración fue cuando fue interpelada por la abogada de Rubiales sobre su actitud “eufórica” durante las celebraciones posteriores al Mundial. Hermoso respondió con firmeza: “No tengo que estar llorando en una habitación ni haberme tirado al suelo cuando pasó el acto para dar a entender que eso no me gustó”. Hermoso también compartió detalles sobre las presiones que enfrentó después del beso. Relató cómo Rubiales y otros miembros de la RFEF intentaron persuadirla para que justificara públicamente el beso, incluso sugiriendo grabar un vídeo donde minimizara el incidente. 

La futbolista también expresó sentirse desprotegida por la Federación, mencionando que nadie se acercó a preguntarle cómo estaba tras el episodio, lo cual acentuó su sensación de abandono en un momento crítico. Como es de esperar, el juicio ha atraído una gran atención mediática y se espera que dure al menos dos semanas, con más de 27 testigos citados para declarar. La fiscalía pide una condena de dos años y medio de prisión para Rubiales por agresión sexual y coacciones. 

Finalmente, Hermoso concluyó su declaración reafirmando la necesidad de respeto en todos los ámbitos laborales y sociales, convirtiéndose en un símbolo de resistencia frente a situaciones de abuso y falta de respeto hacia las mujeres en el deporte. Esperamos que el veredicto del juicio le otorgue justicia no solo como persona, sino que genere un cambio cultural en el fútbol.

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