El líder norcoreano Kim Jong-Un prometió esta semana apoyar la “lucha sagrada” de Rusia durante una cumbre con el presidente Vladimir Putin realizada el miércoles, un acuerdo que Estados Unidos advirtió que podría conducir al suministro de municiones para la guerra de Moscú en Ucrania. Tras recorrer las plataformas de lanzamiento con Putin en una remota base espacial en el Lejano Oriente ruso, Kim expresó su “apoyo total e incondicional” y dijo que Pyongyang siempre estará junto a Moscú en el frente “antiimperialista”.

Los líderes se reunieron en el cosmódromo de Vostochny para celebrar una cumbre que subraya cómo sus intereses se están alineando frente a los enfrentamientos cada vez más intensos y separados de sus países con Estados Unidos. Las conversaciones concluyeron tras poco menos de cinco horas, según informaron los medios estatales rusos. Corea del Norte podría tener decenas de millones de proyectiles de artillería y cohetes antiguos basados en diseños soviéticos que podrían dar un gran impulso al ejército ruso en Ucrania, según los analistas.

La decisión de reunirse en el cosmódromo, la instalación nacional de lanzamiento de satélites más importante de Rusia, sugiere que Kim busca asistencia técnica rusa para sus esfuerzos por desarrollar satélites de reconocimiento militar, que ha descrito como cruciales para aumentar la amenaza de sus misiles con capacidad nuclear. En los últimos meses, Corea del Norte ha fracasado repetidamente en su intento de poner en órbita su primer satélite espía militar. Pero comprar armas o suministrar tecnología de cohetes a Corea del Norte violaría las sanciones internacionales que Rusia ha apoyado en el pasado.

Putin declaró a la televisión estatal rusa que Kim visitaría otras dos ciudades rusas por su cuenta después de la cumbre: volaría a Komsomolsk-on-Amur, donde visitaría una fábrica de aviones, y luego iría a Vladivostok para ver la Flota del Pacífico rusa, una universidad y otras instalaciones, pues Rusia y Corea del Norte tienen “muchos proyectos interesantes” en ámbitos como el transporte y la agricultura, dijo. Moscú proporciona ayuda humanitaria a su vecino, pero también hay oportunidades para “trabajar como iguales”, añadió Putin. Sin embargo, eludió la cuestión de su cooperación militar, limitándose a decir que Rusia respeta las sanciones que prohíben la adquisición de armas a Pyongyang.

La reunión se produjo horas después de que Corea del Norte disparara dos misiles balísticos hacia el mar, ampliando una racha altamente provocadora en las pruebas de armas norcoreanas desde principios de 2022, ya que Kim aprovechó la distracción causada por la guerra de Putin contra Ucrania para acelerar su desarrollo armamentístico. El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur no dijo de inmediato qué tan lejos volaron los misiles norcoreanos. La Guardia Costera de Japón, citando al Ministerio de Defensa de Tokio, dijo que es probable que los misiles ya hayan aterrizado, pero aún así instó a los buques a estar atentos a la caída de objetos.

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