La alcaldesa de Amsterdam propone despenalizar el consumo de cocaína

La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, solicitó recientemente que se regule la venta y el consumo de cocaína en la localidad holandesa para atacar a las empresas del crimen organizado. “Cientos de años de desaliento y represión han logrado muy poco”, dijo Halsema en una entrevista con el periódico holandés Het Financieele Dagblad (FD), calificando la guerra contra las drogas de “perversa y contraproducente”. Los Países Bajos incautaron de un récord de 60 toneladas métricas de cocaína en 2023, nueve toneladas más que el año anterior, en una tendencia al alza que parece imparable.
“Aproximadamente el 80% de nuestra capacidad policial se gasta en delitos relacionados con las drogas. En los Países Bajos y Bélgica, los precios callejeros de la cocaína son exactamente los mismos desde hace años. Por lo tanto, solo se puede concluir que la increíble cantidad de esfuerzos no tiene ningún efecto en el mercado”, afirmó Halsema. “Soy parte de un grupo cada vez mayor de científicos y administradores que dicen que la guerra internacional contra las drogas tiene efectos tan perversos que causa más sufrimiento que las drogas mismas”.
Un portavoz de Halsema aclaró más tarde que la alcaldesa no aboga por una “legalización temeraria”, sino por una regulación destinada a sacar el tráfico de drogas de las manos de las organizaciones criminales, similar al llamado experimento del cannabis, en el que el cannabis se suministra legalmente a cafeterías. Investigadores han estimado los ingresos anuales del tráfico ilegal de drogas en el país en EUR €3.000 millones, que representan enormes sumas de dinero que deben lavarse. Este proceso entrelaza empresas criminales con empresas legales, dijo Halsema, ya que sospechaba de la participación de agentes inmobiliarios, notarios, abogados y la inexplicable abundancia de tiendas para turistas por toda la ciudad.
Halsema ha sido durante varios años defensora de la legalización de las drogas. En una conferencia sobre crimen organizado celebrada en octubre de 2022, dijo que esperaba que los países vieran el consumo de drogas de manera diferente y formularan una “estrategia alternativa”. Esperaba que su plan también abordara problemas relacionados, como el vertido ilegal de productos químicos para la fabricación de drogas, el cultivo ilegal y el trabajo forzoso en los laboratorios de drogas.
A principios de este mes, en un artículo de opinión publicado en The Guardian, Halsema dijo que temía que los Países Bajos corran el riesgo de convertirse en un narcoestado bajo la creciente influencia de empresas criminales. “El aumento del tráfico mundial de drogas significa que necesitamos soluciones internacionales”, escribió. Sin embargo, Halsema dijo que comprende que sus planes son controvertidos, y es muy consciente de que los alcaldes de Rotterdam y de Amberes en Bélgica (los puertos más grandes de Europa que también son importantes centros de tráfico de drogas) no apoyarán su plan, ya que ambos expresaron públicamente su aversión a la legalización de las drogas el año pasado.
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