La boxeadora olímpica argelina, Imane Khelif, rompió el fin de semana su silencio tras enfrentarse a falsas acusaciones sobre su género tras su primer combate contra la italiana Angela Carini en los Juegos Olímpicos de París. La boxeadora italiana se retiró a los 46 segundos de comenzar el combate y no estrechó la mano de Khelif tras anunciarse la decisión. Se la pudo ver en el ring diciendo “Non è giusto” (“No es justo” en italiano). En un comunicado posterior, la boxeadora italiana declaró que había abandonado el combate debido a un fuerte dolor en la nariz tras los primeros golpes, y se disculpó por su reacción, diciendo que se había sentido frustrada por su salida de la competencia.

El incidente provocó reacciones internacionales, especialmente de sectores “críticos de género” y conservadores, que cuestionaron la elegibilidad de Khelif para participar, algo que fue negado completamente por el Comité Olímpico Internacional, que defendió a Khelif, diciendo que su participación era absolutamente válida y que no era una persona trans. Ahora, Khelif reaccionó a lo sucedido, declarando que el frenesí mediático le ha afectado mucho. En una entrevista concedida en árabe, instó “a todas las personas del mundo a defender los principios olímpicos, de acuerdo con la Carta Olímpica”.

También llamó la atención sobre lo perjudicial que ha sido para ella el escrutinio sobre su género y aprovechó la oportunidad para pedir el fin del acoso a los atletas. Dijo que “el acoso puede destruir a las personas; puede acabar con sus pensamientos, su espíritu y su mente. Y puede dividir a la gente”, añadió Khelif. La boxeadora argelina de 25 años admitió que su familia también está preocupada por ella. “Están preocupados por mí. Si Dios quiere, esta crisis culminará con una medalla de oro y ésa sería la mejor respuesta”.

La boxeadora dice que desconoce el por qué de las acusaciones, y también se preguntó por qué están ocurriendo ahora, a pesar de que lleva años boxeando y ha participado en otras olimpíadas. Khelif contó que solía visitar la ciudad de Asís, en el sur de Italia, para entrenar y que Carini la conocía desde hacía mucho tiempo. “Los entrenadores me conocen desde que era joven en el equipo nacional, y solía entrenarme con ellos. La propia boxeadora (italiana) me conocía y me conocía bien”.

El entrenador de Khelif, Mohamed Chaoua, se sumó a la conversación diciendo que “en el Estado argelino… cambiar de género no está permitido”. Agregó: “Incluso en un país en desarrollo estas operaciones son costosas, si Imane tuviera los fondos para hacer lo que la gente alega y la acusa de haber hecho, preferiría alimentarse, comprar pan y ropa y vivir como el resto de sus amigos”. Khelif lloró tras derrotar a la húngara Anna Hamori y pasar a semifinales. Ya tiene garantizada una medalla.

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