Advertencia: Este artículo habla de traumas, enfermedades mentales y además, tiene spoilers de Baby Reindeer.

Baby Reindeer, la serie limitada de Netflix del actor, escritor y director Richard Gadd, se ha convertido en un éxito inesperado para el servicio de streaming. En dos semanas en la plataforma, la serie acumuló 52.800.000 horas vistas y actualmente es el título televisivo más visto en todo el mundo. La historia real se centra en el cómico en apuros Donny Dunn, que entabla una complicada relación con Martha, una acosadora que acabaría enviándole 40.000 correos electrónicos y dejándole cientos de horas de mensajes de voz a lo largo de varios años. Desde su estreno, Baby Reindeer ha estado recibiendo elogios tanto del público como de la crítica por la habilidad con la que aborda el trauma y la incómoda necesidad que tiene el público de un villano malvado y una víctima perfecta.

Baby Reindeer comienza con un gesto amable. Donny (Gadd, quien básicamente se interpreta a sí mismo y su historia) está trabajando en un pub mientras espera encontrar el éxito con un show de comedia que está escribiendo. Martha (Jessica Gunning) llega un día sin dinero suficiente para pagarse una copa. Donny le prepara un té por cuenta de la casa y así comienza una conexión retorcida y a veces físicamente peligrosa entre dos personas. Martha empieza a ir al pub todos los días para contarle a Donny mentiras fantásticas sobre su carrera como abogada de las estrellas. Le da a Donny atenciones que no son del todo rechazadas, y así le empieza a enviar a Donny docenas de correos electrónicos al día, que toman un oscuro cariz sexual después de que Donny se ve presionado por sus descarados compañeros de trabajo para bromear sobre Martha de forma lasciva, algo que ella se toma en serio. De esta manera, durante siete episodios, Donny y Martha continúan su inquietante baile, en el que el primero siempre insiste en que exige distancia. Pero ya sea por un sentimiento de simpatía culpable o por una necesidad de adoración, Donny mantiene a Martha girando en torno a su insatisfactoria vida.

Para complicar las cosas, al mismo tiempo, Donny lidia con emociones incómodas que surgen cuando empieza a salir con Teri (Nava Mau), una mujer trans. Las decisiones de Donny, que mantienen a Martha a su lado al tiempo que alejan a Teri, parecen desconcertantes, hasta que se llega al cuarto episodio. A través de flashbacks, vemos el primer viaje de Donny al Festival Fringe de Edimburgo, un evento famoso por hacer y deshacer cómicos en la industria. Con una honestidad desgarradora y utilizando a Donny como apoderado, Gadd nos cuenta que sufrió grooming y fue agredido sexualmente en repetidas ocasiones por un hombre poderoso que le prometió que iba a ser el próximo éxito de la industria. El resto de la serie gira en torno a Donny, que finalmente se libera de las garras de Martha y se enfrenta a los traumas de su pasado.

Y sí, todo esto le sucedió a Gadd en la vida real, con algunas salvedades. Gadd explica que fue acosado durante seis años, y esta persona le dejó 41.071 correos electrónicos, 744 tweets y 350 horas de mensajes de voz. Gadd usó la experiencia como inspiración para su espectáculo unipersonal de 2019 del mismo nombre, que tuvo tanto éxito comercial y de crítica que estaba previsto que se representara en el West End londinense antes de que COVID arruinara el plan. Gadd dijo a Variety que Baby Reindeer es “emocionalmente 100% real”, pero que los personajes habían sido alterados por razones legales, y que se habían tomado tantas medidas para disfrazar a Martha que su homóloga en la vida real no se reconocería. Tal vez lo más importante es que Gadd se ha esforzado por explicar que Baby Reindeer no es un cuento con moraleja en blanco y negro ni una “narrativa victimista”: “Creo que el arte es muy interesante cuando no sabes de parte de quién estás. Quería que tuviera capas y que captara la experiencia humana”, explica a Netflix. “La experiencia humana es que la gente es buena, pero tiene partes malas y comete errores”.

Sin embargo, los espectadores de la serie se han encargado en los últimos días de buscar a la “verdadera Martha”. Múltiples TikToks con millones de visitas han sacado a relucir antiguos tweets y casos judiciales para validar sus señalamientos. ¿El problema? Este tipo de señalización y ganas de buscar un culpable para fustigarlo está en antítesis directa con la simpatía que Baby Reindeer concede a Martha incluso cuando comete actos aborrecibles. Internet también se ha dado a la búsqueda de la verdadera Teri y al verdadero Darrin, la figura de alto perfil que abusó sexualmente de Gadd en la vida real. Los detectives de Internet no tardaron en acusar falsamente al director británico Sean Foley, y las acusaciones llegaron a tal punto que Gadd tuvo que desmentir públicamente los rumores. “Por favor, no especulen sobre quién podría ser cualquiera de las personas de la vida real. Ese no es el objetivo de nuestro programa”, compartió Gadd en sus historias de Instagram. Horas después, Foley confirmó que la policía estaba investigando los “mensajes difamatorios, abusivos y amenazantes” que se habían hecho sobre él.

Police have been informed and are investigating all defamatory abusive and threatening posts against me.

— sean foley (@SeanFoleyJ) April 23, 2024

En un ensayo escrito para Netflix, Gadd expresa el miedo que sintió la primera vez que representó Baby Reindeer para el público en directo. Le preocupaba que la gente no le creyera, que dijeran que había animado a Martha, que su agresión sexual no se considerara “válida”, pero los comentarios confirmaron que la multitud estaba tan moralmente confundida y conmovida por su historia como él. Sin embargo, las personas parecen sentir una necesidad de clasificar las cosas como buenas o malas, pues nos da una ilusoria sensación de seguridad y comodidad, dejando de lado el hecho de que las personas pueden ser víctimas y agresores, y que muchas de las personas que hacen daño a otras se han hecho daño a sí mismas de diversas maneras. “Todos cometemos errores, que nadie es bueno ni malo. Todos somos almas perdidas buscando el amor a nuestra extraña manera”, dice Gadd. Que esa sea la lección de Baby Reindeer.

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