La reciente promulgación de la nueva Ley de protección de la familia mediante la promoción de la cultura de la castidad y el hiyab de Irán ha suscitado una condena generalizada debido a las duras penas que impone a las mujeres y niñas que incumplan la obligatoriedad del hiyab. Esta ley, aprobada por el Parlamento en septiembre de 2023 y que entrará en vigor el 13 de diciembre de 2024, introduce severas medidas, como la posibilidad de imponer la pena de muerte, largas penas de prisión y flagelación por violaciones relacionadas con el cumplimiento del hiyab. 

Esta legislación se considera una respuesta directa a la actual resistencia contra las estrictas leyes morales iraníes, especialmente tras las protestas desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini bajo custodia policial. Uno de los aspectos más alarmantes de la nueva ley es su disposición que permite condenar a muerte a personas acusadas de promover la desnudez o la vestimenta inapropiada en colaboración con entidades extranjeras. Esta cláusula califica tales acciones de “corrupción en la tierra”, término que conlleva severas penas según el Código Penal Islámico de Irán. 

Defensores de los derechos humanos han expresado su profunda preocupación por que esta ley afiance aún más la violencia contra las mujeres sancionada por el Estado, criminalizando de hecho la disidencia y el activismo pacíficos. Diana Eltahawy, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio, declaró en un comunicado que “esta vergonzosa ley intensifica la persecución de mujeres y niñas por atreverse a defender sus derechos tras el levantamiento Mujer, Vida, Libertad. Las autoridades pretenden afianzar el ya asfixiante sistema de represión contra las mujeres y las niñas y hacer aún más intolerable su vida cotidiana”.

Además de la pena capital, la ley impone multas que pueden alcanzar los USD $12.500 y penas de prisión de entre cinco y 15 años para los reincidentes. Las penas se extienden más allá de los individuos para incluir a las empresas e instituciones que no impongan el cumplimiento del hiyab entre sus empleadas o clientes. La legislación se redactó en mayo de 2023 en medio de un creciente desafío público contra la obligatoriedad del hiyab, especialmente tras las protestas generalizadas que estallaron tras la muerte de Amini. Desde entonces, la respuesta del gobierno iraní se ha caracterizado por una intensificación de la represión del activismo en favor de los derechos de las mujeres.

Los activistas sostienen que, en lugar de abordar las quejas legítimas planteadas por las mujeres durante las protestas, el gobierno iraní está optando por la represión como medio de mantener el control. Nahid Naghshbandi, de Human Rights Watch, declaró: “En lugar de responder al movimiento Mujer, Vida, Libertad con reformas fundamentales, el gobierno autocrático está intentando silenciar a las mujeres con leyes de vestimenta aún más represivas”.  La lucha en curso por los derechos de las mujeres en Irán sigue estando plagada de peligros, ya que las activistas se enfrentan no sólo a repercusiones legales, sino también a posibles actos de violencia por parte de agentes estatales.

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