Australia anunció esta semana que prohibirá el acceso a las redes sociales a los menores de 16 años a partir del 10 de diciembre. La medida, impulsada por el Gobierno encabezado por el primer ministro Anthony Albanese, busca mitigar los efectos negativos que estas plataformas tienen en la salud mental de los jóvenes. Albanese afirmó que “las redes sociales tienen una responsabilidad social, y no hay duda de que los niños australianos se ven afectados negativamente por las plataformas, por lo que es hora de decir basta”.

Esta nueva ley, aprobada en noviembre del año pasado, obliga a las empresas tecnológicas a verificar la edad de sus usuarios y a bloquear el acceso a aquellos menores de 16 años. En caso de incumplimiento, las compañías podrían enfrentar multas de hasta AUD $49,5 millones, equivalentes a unos USD $32 millones. Es una regulación pionera en democracias occidentales, que pretende cambiar la forma en que se controla la presencia digital juvenil.

Protecting kids online means taking on some tough problems, so we’re banning social media accounts for under-16s.

The way these platforms are built can harm children while they’re still finding their own way.

No one knows this better than Mia, Rob and Emma, who have suffered… pic.twitter.com/Nia5EKZsaD

— Anthony Albanese (@AlboMP) July 30, 2025

Entre las plataformas afectadas estarán gigantes como Meta (Facebook e Instagram), TikTok, Snapchat y Discord. También se ha incluido a YouTube, que en un principio había quedado fuera por considerarse de “bajo riesgo”. Sin embargo, el Gobierno australiano decidió incluirla después de que estudios revelaran que un 37% de menores entre 10 y 15 años ha estado expuesto a contenido dañino en esa plataforma.

La ministra de Comunicaciones, Anika Wells, defendió la medida asegurando que “no existe una solución perfecta cuando se trata de mantener a los jóvenes australianos más seguros en internet, pero la edad mínima para las redes sociales marcará una diferencia positiva en su bienestar”. El Ejecutivo confía en que las herramientas de verificación de edad funcionen, tras los ensayos realizados que califica como “positivos”.

Por otro lado, varias empresas tecnológicas han mostrado reservas, señalando dificultades técnicas para implementar esta normativa y posibles conflictos con la privacidad de los usuarios. YouTube, en particular, declaró que comparte el objetivo del Gobierno de reducir daños en línea, pero reiteró que su plataforma no se considera una red social tradicional, lo que podría complicar su aplicación.

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