Dove Cameron, la talentosa Disney girl que ahora busca conquistar el mundo del pop con bangers queer

Complicada, agradable, desafiante, convencional, llena de matices y más. Así se describe a sí misma la actriz y cantante Dove Cameron, una estrella de 1.57 metros de altura que desde muy joven ha estado desafiando constantemente el paradigma dominante de cómo se ve y actúa una estrella en ascenso. Si Cameron es la última en una larga historia de it girls reforzadas por la máquina de Disney, es la última prueba viviente de que el estereotipo nunca debería haber existido en primer lugar. Tiene una voz privilegiada que se encuentra en el rango operático y gracias a la que ha tenido muchos papeles en el teatro musical, aunque una de sus mayores pasiones está en el mundo del pop, desde donde ha venido pisando fuerte desde que era adolescente gracias a su background como actriz de Disney. Sin embargo, ahora quiere que la conozcan por quién es verdaderamente. Por ello, hoy te la presentamos en nuestra sección RIOT.
Dove Cameron nació como Chloe Celeste Hosterman el 15 de enero de 1996 en Seattle, Washington, como la hija menor de unos padres que dirigían una empresa de joyería en la pequeña isla de Bainbridge, cerca de Seattle. El teatro era una parte central de la vida comunitaria el el lugar: podía cantar canciones de Rent a los tres años, decidió que quería actuar a los siete y, después de que sus padres se divorciaron, persuadió a su madre para que se mudara a Los Ángeles cuando tenía 14 años porque el cine y la televisión ofrecían más papeles. Un año después, su padre se suicidó. Dove, el apodo de su padre para ella, y su familia sospechan que era gay en secreto. Así comenzó para ella una extraordinaria doble vida. Por fuera, dice que parecía una persona optimista y burbujeante, pero por dentro “era un desastre, miserable, lloraba todas las noches, no comía, tan anoréxica porque todo lo que quería era aprobación. Estaba tan triste, verdaderamente triste”. A los 15, tuvo una “relación horrenda”, la primera, con un hombre al que describe como sofocante y controlador. Y luego se hizo muy famosa muy rápidamente.
Un cazatalentos de Disney la había visto cantando en un coro y cuando tenía 16 años la puso en el espectáculo que se convirtió en la serie Liv y Maddie. El piloto fue visto por 5,8 millones, y los sencillos derivados la impulsaron a la lista de canciones digitales de Billboard Kid. En 2015, la primera película de Descendants, donde también participó, fue vista por 6,6 millones de personas y generó éxitos en Billboard 100 y dos secuelas. Los seguidores de Cameron en las redes sociales crecieron y crecieron. Suena como una receta para el burnout de cualquier estrella infantil, pero ella le da crédito al trabajo y al paternalismo de Disney por ayudarla a pasar las noches en las que permanecía despierta “inconsolable y llorando, agitada durante horas y horas”. Por fortuna, Cameron también es una veterana en lo que respecta a la terapia, ya que ha tenido episodios de inseguridad y ansiedad a lo largo de su vida, por lo que trata de ser lo más honesta posible, especialmente con sus seguidores en redes sociales. “Empecé en terapia cuando tenía unos ocho años, después de que mi mejor amiga fuera asesinada por su propio padre”. Su música es tan auténtica, honesta y vulnerable como ella se presenta, tres características que también brillan con su comunicación con sus fans.
Uno de los momentos más importantes y emocionales que ha tenido con sus fans fue en el 2020, cuando se declaró abiertamente bisexual y queer. “He insinuado mi sexualidad durante años mientras tenía miedo de explicárselo a todos”, dijo en una entrevista con Gay Times, afirmando que era tiempo de salir del clóset porque no quería comprometer su identidad por más tiempo. “Nunca estuve confundida acerca de quién era, pero sentí que no sería aceptada y tenía esta extraña narrativa de que la gente no me creería”. Cita a gente como Cara Delevingne y Kristen Stewart como ejemplos a seguir: “Elijo amarme a mí misma, ser quien soy todos los días y no editarme dependiendo de la habitación en la que me encuentre. No me disculpo por lo que soy”. Desde entonces, explica, ha tenido una relación “increíble con mis fanáticos y tenemos este espacio muy seguro que hemos creado”. Con este telón de fondo, no nos extraña que recientemente haya lanzado su tema Boyfriend, en el que se declara una mejor pareja que el novio de su crush, otra chica. En la pista, Dove se burla de la idea de robarle la chica a otro sobre un banger pop ardiente que llama tanto a los bares subterráneos llenos de humo como a los estadios llenos de fans. Es una excelente pista, así que la noticia de que ya está preparando su primer disco nos anima.
Además de escribir algunos temas en la app de notas de su teléfono, ha estado colaborando con su buen amigo Finneas O’Connell, el hermano y productor de Billie Eilish. “Ha sido increíble pasar tiempo con él. Hablamos de todo, desde la epigenética hasta la física cuántica, nuestro lugar favorito de bagels, la forma en que nos sentimos como bichos raros toda nuestra vida”, cuenta Dove, afirmando que el trabajo aún es incipiente, y cualquier detalle es un secreto. Pero lo que puede decir es que no tiene intenciones de doblegarse ante el deseo de nadie de hacer un trabajo que se preste a la categorización. “No quiero elegir un sonido particular”, dice.”Eso me dificulta ser comercial, y eso es con lo que realmente estoy lidiando en este momento. Pero hay una línea transversal en mis canciones: tienen sentido del humor, tienen sentido del camp y le dan un guiño a quienes las escuchan”. Sí, podría estar describiéndose a sí misma: abstracta, fluida, divertida, teatral: una combinación de los personajes que retrata en la pantalla y la persona multidimensional que es fuera de ella. Pero parece que muy pronto podremos vivir la multiplicidad de Dove Cameron en su música.
Despues de leer, ¿qué te pareció?
-
2Me gustó
-
-
4Lo amé
-
1Me deprime
-
-
1Me confunde