Lo que sea que celebres, las fiestas decembrinas son una buena excusa para comer, beber y divertirte. Lamentablemente, por lo general, las flatulencias son una de las consecuencias más inmediatas del exceso y un tema perenne de chistes. Pero también plantea preguntas genuinas que probablemente te dé vergüenza formular. ¿Por qué algunos pedos huelen mal y otros no? ¿Por qué los pedos se sienten calientes? ¿Es mejor soltarlos que aguantarlos, como decía Shrek?

Los expertos coinciden en que para la mayoría de nosotros, los pedos no son nada de qué preocuparse: más bien son una indicador de que tenemos bacterias intestinales saludables. Así que si tienes algunas dudas existenciales con respecto a las flatulencias, te las aclaramos.

¿Por qué se producen las flatulencias?

Cuando digieres alimentos, tus intestinos producen gases como parte del proceso normal de descomposición de los alimentos. Si comes alimentos que tienen mucho azufre, tu intestino producirá más sulfuro de hidrógeno. Algunas verduras tienen mucho azufre, como el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor, el repollo, la col rizada, los nabos y las verduras asiáticas. Ah, y la carne también. A medida que el sistema digestivo digiere los alimentos, estos pasan del estómago al intestino grueso o al colon. Una vez que los alimentos con azufre llegan allí, el intestino los descompone y producen gas sulfuro de hidrógeno. Si se acumula mucho y se libera en un pedo, huele muchísimo.

¿Por qué los pedos huelen mal?

Como ocurre con cualquier perfume, el aroma de las flatulencias proviene de pequeñas cantidades de moléculas picantes. La nocividad de los olores se atribuye por lo general a tres gases sulfurosos, que en conjunto representan menos de 1 parte en 10.000 de la expulsión de cada uno de estos “vientos”. La potencia de un pedo deriva del sulfuro de hidrógeno, el gas que produce ese olor a huevo podrido. El aroma general, sin embargo, depende de cómo se mezcla con otros dos culpables principales: el metanotiol, que huele a verduras en descomposición, y el olor dulce del sulfuro de dimetilo.

¿Y por qué hay pedos que no huelen mal?

La mayoría de los gases producidos en el intestino como el dióxido de carbono, el nitrógeno, el hidrógeno y el metano no huelen a nada. Por eso a veces puedes tirarte un pedo y nadie se da cuenta.

¿Por qué algunos pedos se sienten calientes?

Los pedos a veces se sienten calientes debido a la diferencia de temperatura entre el interior del cuerpo, (alrededor de 37 grados centígrados), y la temperatura del aire exterior, que suele ser más fría. Esto significa que el gas del pedo se siente caliente a medida que sale del intestino grueso, sale a través de la abertura en el trasero llamada ano y toca la piel más fría. Hay otra razón por la que los pedos pueden resultar calientes. A veces las personas sienten una sensación de calor o ardor en el trasero después de comer comida muy picante. Esto se debe a una sustancia química alimentaria picante llamada capsaicina.

¿Por qué unos pedos son silenciosos y otros ruidosos?

Aunque a veces se describe como un “eructo de fondo”, un pedo se parece más a un silbido. Cuanto mayor sea el volumen y la presión del aire que pasa por el trasero, más fuerte será el ruido. Por el contrario, un volumen y una presión bajos dan lugar a un triunfo más discreto. Curiosamente, investigadores dicen que las mujeres también tienden a producir menos flatulencias que los hombres, tal vez debido a la supresión, lo que sugiere que también es más probable que controlen la presión de sus emisiones para evitar llamar la atención. Esta lógica sugiere que el ruido de un pedo puede estar inversamente correlacionado con su olor.

¿Es mejor afuera que adentro?

Cada día, tu intestino genera la friolera de 20 litros o más de gas. Pero la mayor parte no está destinada a convertirse en flatulencias: casi todo es reciclado por las bacterias del colon o absorbido por el cuerpo y exhalado con el aliento. Por lo que queda, hay evidencia de que el maloliente sulfuro de hidrógeno previene la inflamación del revestimiento intestinal, lo que tal vez reduce el riesgo de enfermedades intestinales y cáncer. Sin embargo, los expertos (es decir, profesionales de la medicina y Shrek) afirman que el sulfuro de hidrógeno es tan tóxico como el cianuro, así que lo mejor es dejarlos salir.

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