¿Puede ser dañino escuchar música todo el tiempo?

No hay otra manera de decirlo: La música es una parte importante y constante de nuestras vidas, que nos acompaña en diversas actividades, desde ir al trabajo hasta socializar y relajarnos. Para muchos, la música es útil para estudiar, trabajar o incluso hacer actividades en casa, ya que las investigaciones demuestran que puede aumentar la concentración y la motivación. Sin embargo, los beneficios de la música dependen de las preferencias individuales y de la complejidad de la tarea. Mientras que algunas personas necesitan silencio para trabajar con eficacia, otras se sienten más cómodas con música de fondo, sobre todo con melodías instrumentales, que suelen distraer menos que la música con letra.
Así que… ¿Alguna vez te has preguntado si es malo escuchar música en exceso? Un artículo publicado recientemente en The Conversation ahonda en esta duda, afirmando que el impacto de la música en la productividad varía en función de sus características. La música instrumental suele interferir menos en las tareas que requieren lectura o memorización. En cambio, la música con letra o las melodías desconocidas pueden perturbar la concentración. Los estudios han demostrado que la música suave y de ritmo rápido afecta positivamente al aprendizaje, mientras que las melodías más altas o lentas pueden dificultar la concentración. La música alegre es especialmente útil para actividades que requieren movimiento o motivación, como hacer ejercicio o limpiar.
Y sí, a pesar de sus ventajas, escuchar música con el volumen alto supone un riesgo para la salud auditiva, sobre todo para los jóvenes. La pérdida de audición inducida por el ruido se produce cuando los sonidos fuertes dañan las delicadas estructuras del oído interno, y este daño suele ser irreversible. La exposición a sonidos fuertes, ya sea a través de auriculares o en eventos como conciertos, puede provocar problemas auditivos temporales, que con el tiempo pueden derivar en daños permanentes.
El peligro de pérdida de audición depende del volumen, la duración y la proximidad del sonido. Los niveles de escucha seguros suelen estar por debajo de 70 decibelios, mientras que la exposición a sonidos por encima de 85 decibelios puede causar daños. Es fundamental controlar el tiempo de escucha y mantener una distancia segura de las fuentes de ruido para proteger la audición. La pérdida temporal de audición, los sonidos apagados o los pitidos en los oídos son señales de alarma.
¿Cómo protegerte de la música en estos casos? Pues para proteger la audición, se puede utilizar tecnología como aplicaciones de nivel de sonido o auriculares con supresión de ruido, que ayudan a regular el volumen. Limitar la exposición a ambientes ruidosos y hacer pausas también puede minimizar el riesgo de daños auditivos. Al equilibrar el uso de la música para la productividad y la seguridad de la salud, las personas pueden seguir disfrutando de la música sin poner en peligro su audición. Así que para tu próximo concierto, no dejes los tapones en casa.
Despues de leer, ¿qué te pareció?
-
1Me gustó
-
-
1Lo amé
-
-
-