Las autoridades rusas presentaron recientemente una demanda ante la Corte Suprema para ilegalizar el “movimiento público internacional” LGBTQI+, en la última represión contra la asediada comunidad del país. El Ministerio de Justicia dijo que había “presentado una demanda judicial administrativa” destinada a reconocer al movimiento LGBTQI+ “como extremista y prohibir su actividad en Rusia”.

La medida es, con diferencia, la medida más drástica en la represión de una década contra los derechos LGBTQI+ en Rusia desatada bajo el presidente Vladimir Putin, quien ha puesto los “valores familiares tradicionales” en la piedra angular de su gobierno. El ministerio no especificó si buscaba el cierre de algún grupo u organización específica, o si la designación se aplicaría más ampliamente a la comunidad, causas e individuos LGBTQI+. En un comunicado, también acusó al “movimiento LGBT que opera en el territorio de la Federación Rusa” de “diversos signos y manifestaciones de extremismo, incluida la incitación al odio social y religioso”. La audiencia judicial está prevista para el 30 de noviembre, dijo el ministerio.

“Las autoridades rusas están olvidando una vez más que la comunidad LGBTQI+ son seres humanos”, afirmó Dilya Gafurova, que dirige el grupo de derechos humanos Sphere desde el exilio. Las autoridades “no sólo quieren borrarnos del ámbito público: quieren prohibirnos como grupo social”, añadió Gafurova. La represión de Moscú contra los grupos de tendencia liberal se ha intensificado desde la invasión rusa de Ucrania el año pasado, lo que ha visto a la comunidad LBGTQI+ en el país enfrentar una restricción cada vez mayor de sus derechos.

Desde entonces, el Kremlin ha intensificado su retórica sobre la protección de los “valores tradicionales” de lo que llamó la influencia “degradante” de Occidente. Rusia ha utilizado la etiqueta de “extremista” contra sectores de organizaciones de derechos humanos y grupos de oposición, exponiendo a sus miembros a procesos penales. En julio, los legisladores prohibieron las intervenciones médicas y los procedimientos administrativos que facilitaban la reasignación de género. El legislador Pyotr Tolstoi dijo en ese momento que la medida tenía como objetivo “erigir una barrera a la penetración de la ideología occidental antifamiliar”.

En noviembre pasado, los legisladores también aprobaron un proyecto de ley que prohíbe todas las formas de “propaganda” LGBTQI+, una medida con consecuencias de gran alcance para la publicación de libros y la distribución de películas. El país aprobó una notoria prohibición de la llamada “propaganda gay” en 2013. El matrimonio entre personas del mismo sexo también fue ilegalizado de hecho en 2020 mediante una enmienda constitucional que estipula que el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer.

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