Desde hace mucho tiempo, los edulcorantes artificiales se han convertido en parte del día a día de muchas personas: son una opción recurrente para quienes quieren reducir el azúcar y perder peso, para las personas con regímenes especiales como la diabetes o simplemente para aquellos que buscan opciones más saludables, es común verlos sustituir el azúcar por distintas alternativas artificiales para intentar calmar las papilas gustativas. Sin embargo, si sueles tomar ese refresco light o endulzar tu café con edulcorante artificial… pues tenemos malas noticias.

Esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una recomendación, aconsejando a la mayoría de las personas que eviten la mayoría de los “edulcorantes sin azúcar”, después de que una revisión de 2022 pruebas revelara que no ayudan a controlar el peso a largo plazo y pueden causar diabetes, infartos y hasta la muerte.

Según la OMS, la mayoría de los edulcorantes son problemáticos, tanto los artificiales, como el aspartame y la sacarina, como los de origen vegetal, como la estevia. La excepción son los edulcorantes elaborados a partir de alcoholes de azúcar llamados polioles, que no entran dentro del grupo de los “edulcorantes no azucarados”.

Si bien la idea del uso de estas sustancias es que los alimentos y bebidas con edulcorantes ayudan a reducir el consumo de azúcar, el problema es que las pruebas que apoyan esta idea son contradictorias. Algunos ensayos aleatorizados de corta duración han demostrado que la sustitución de las versiones con azúcar por bebidas con edulcorantes puede reducir el aumento de peso en los niños, pero otros no han logrado demostrar ningún beneficio. La OMS afirma: “Las pruebas disponibles sugieren que el uso de edulcorantes no azucarados no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal”.

¿Y para controlar la diabetes? Pues la OMS afirma que sus consejos no se aplican a las personas que ya padecen diabetes, ya que la elaboración de recomendaciones para este grupo estaba fuera del alcance de la revisión y no se incluyeron estudios en personas con diabetes. Dicho esto, las personas con diabetes de tipo 2, en las que el nivel de azúcar en sangre puede llegar a ser demasiado alto, generalmente necesitan limitar la cantidad de azúcar que consumen. Esta no es la primera vez que se habla del tema: el año pasado se descubrió que la sacarina y la sucralosa pueden elevar los niveles de azúcar en sangre.

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