Suecia aprueba el cambio de sexo legal a partir de los 16 años en una nueva ley

El Parlamento sueco aprobó el miércoles una controvertida ley que rebaja de 18 a 16 años la edad mínima para cambiar legalmente de sexo, que además facilita el acceso a intervenciones quirúrgicas de reasignación de género. La ley fue aprobada por 234 votos a favor y 94 en contra en el Parlamento sueco, de 349 escaños. Aunque el país nórdico fue el primero en introducir el cambio de sexo legal en 1972, la propuesta, destinada a permitir la llamada “autoidentificación” y simplificar el procedimiento, suscitó un intenso debate.
Johan Hultberg, diputado del gobernante Partido Conservador Moderado, declaró ante el Parlamento: “La gran mayoría de los suecos nunca notarán que la ley ha cambiado, pero para una serie de transexuales la nueva ley supone una gran e importante diferencia”. Actualmente, el proceso para cambiar el sexo legal de una persona puede llevar hasta siete años. Ahora, con la decisión, el 1 de julio de 2025 entrarán en vigor dos nuevas leyes: la que regula los procedimientos quirúrgicos para cambiar de sexo y la que regula el procedimiento administrativo para cambiar el sexo legal en el registro oficial.
De esta manera, las personas podrán cambiar su sexo legal a partir de los 16 años, aunque los menores de 18 necesitarán la aprobación de sus padres, un médico y la Junta Nacional de Salud y Bienestar. Lo bueno es que ya no será necesario un diagnóstico de disforia de género, es decir, cuando una persona experimente angustia por la falta de correspondencia entre su sexo biológico y el género con el que se identifica. Mientras tanto, los procedimientos quirúrgicos para la transición se permitirán, como ahora, a partir de los 18 años, pero ya no requerirán la aprobación del Consejo de Salud y Bienestar. La extirpación de ovarios o testículos solo se permitirá a partir de los 23 años, sin cambios respecto a la actualidad.
En 2022, las autoridades suecas decidieron suspender la terapia hormonal en menores de edad, salvo en casos muy excepcionales, y limitaron las mastectomías a las adolescentes que quisieran cambiar de sexo. Suecia ha experimentado un fuerte aumento de los casos de disforia de género, más visible entre los jóvenes de 13 a 17 años nacidos mujer, con un incremento del 1.500% desde 2008, según la Junta de Salud y Bienestar. Aunque la tolerancia hacia las transiciones de género es alta desde hace tiempo en este país progresista y liberal, los partidos políticos se han visto desgarrados por divisiones internas en torno a la propuesta, y académicos, profesionales de la salud y comentaristas se han posicionado a ambos lados de la cuestión.
Según una encuesta reciente, casi el 60% de los suecos se opone a la propuesta, mientras que solo el 22% la respalda. Algunos críticos habían expresado su preocupación por la presencia de varones biológicos en los vestuarios femeninos y las cárceles, y temían que el procedimiento simplificado para cambiar de sexo legal animara a los “jóvenes confundidos a emprender el camino de las transiciones quirúrgicas”.
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