UK: El laborista Keir Starmer es el nuevo Primer Ministro tras una mayoría histórica en las elecciones
El Partido Laborista de centro-izquierda del Reino Unido ganó cómodamente este jueves unas históricas elecciones generales, según mostraron los resultados parciales el viernes, desbancando al Partido Conservador por un enorme margen en una votación que significa que el país tendrá su sexto primer ministro en ocho años políticamente turbulentos. El líder laborista Keir Starmer, de 61 años y antiguo abogado, asumió el cargo de primer ministro en sustitución de Rishi Sunak, que ascendió al puesto en 2022.
Reino Unido elige a un partido, no a un líder concreto, para gobernar el país: de los últimos cinco primeros ministros conservadores, solo tres fueron elegidos directamente. “El cambio empieza ahora”, dijo Starmer en un discurso pronunciado a primera hora del viernes, después de que Sunak reconociera su derrota. Según sondeos, los laboristas obtendrían 410 escaños frente a los 131 de los conservadores en el Parlamento británico, de 650, lo que supone una mayoría de 170 escaños. El sondeo a pie de urna fue realizado por la empresa de sondeos Ipsos para las cadenas británicas BBC News, ITV News y Sky News.
Sunak describió el resultado como un “veredicto aleccionador”. Al anunciar que dimitiría como Primer Ministro ante el número 10 de Downing Street, dijo: “He escuchado su enfado, su decepción y asumo la responsabilidad de esta derrota”. Starmer se convirtió formalmente en Primer Ministro el viernes tras ser invitado a formar gobierno por el Rey Carlos en una ceremonia, y los laboristas reemplazarán a un gobierno conservador cuya reputación quedó profundamente manchada por la salida de UK de la Unión Europea, conocida como Brexit, y su incapacidad para reducir los niveles récord de inmigración y reparar la infraestructura envejecida de la nación y los servicios públicos asediados.
Según analistas, los votantes rechazaron a los conservadores tras 14 años de gobierno porque el partido no pudo hacer frente a una crisis del costo de la vida que lastró la reputación de competencia financiera del partido. La situación económica ha empeorado en los últimos años y la pobreza ha aumentado. En comparación con Estados Unidos, Alemania y otras naciones ricas, la economía británica se ha estancado desde la crisis financiera de 2008, y una vez ajustados a la inflación, los salarios apenas han subido.
Starmer ha prometido que intentará hacer frente a la debilidad de la economía y a la falta de financiación de los servicios públicos sin subir los impuestos. Los laboristas dicen que encontrarán el dinero que necesitan para arreglar el país cerrando las lagunas fiscales que utilizan los ricos, poniendo fin a las exenciones fiscales para quienes pagan colegios privados y siendo un administrador más prudente y responsable de la economía.
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