Un nuevo estudio no encuentra evidencia de que el cannabis reduzca el uso a largo plazo de opioides

El debate sobre el uso del cannabis como una estrategia para reducir el consumo de opioides ha sido objeto de discusión durante mucho tiempo, con varios estudios que afirman que es una excelente alternativa para quienes desean dejar de consumir opioides. Incluso, han habido investigaciones que rezan que en lugares donde se ha legalizado el cannabis, las prescripciones de opioides se han reducido. Sin embargo, un nuevo estudio de 20 años liderado por la Universidad de Sydney encontró que no hay evidencia suficiente para respaldar esta afirmación, y que a medida que aumenta la legalización del cannabis en todo el mundo, es crucial examinar a fondo si esta sustancia puede ser efectiva para reducir el uso a largo plazo de opioides.
El estudio de la Universidad de Sydney, publicado en el American Journal of Psychiatry, es uno de los más largos y completos sobre la relación entre el cannabis y el uso de opioides ilícitos. Durante 20 años, los investigadores siguieron a 615 personas con dependencia de heroína, muchas de las cuales también consumían cannabis. Los participantes fueron reclutados en 2001 y se les realizaron entrevistas de seguimiento en seis ocasiones a lo largo de las dos décadas siguientes. A pesar de las afirmaciones de que el cannabis puede ayudar a reducir el consumo de opioides, los resultados del estudio indican lo contrario. No se encontró evidencia consistente de una relación entre el uso de cannabis y el uso a largo plazo de opioides. Incluso entre aquellos que consumían cannabis, no se observó una disminución significativa en el uso de opioides a lo largo de los 20 años de seguimiento.
El autor principal, el Dr. Jack Wilson, investigador de la Universidad de Sydney, dijo que “hay afirmaciones de que el cannabis puede ayudar a disminuir el consumo de opioides o ayudar a las personas con trastornos por consumo de opioides a mantener el tratamiento”. Sin embargo agrega que estas afirmaciones no se basan en pruebas exhaustivas. “Es crucial señalar que esos estudios examinan el impacto a corto plazo y se centran en el tratamiento del dolor crónico y el manejo del dolor, en lugar de los niveles de uso de opioides en otros contextos”.
Los investigadores utilizaron varias técnicas estadísticas para ajustar la edad y otros factores, lo que les permitió observar el vínculo entre el cannabis y el consumo de opioides. “Nuestra investigación muestra que el consumo de cannabis sigue siendo común entre esta población, pero puede que no sea una estrategia eficaz a largo plazo para reducir el consumo de opioides”, afirma Wilson. Hubo cierta evidencia de un vínculo entre las dos sustancias en entrevistas de seguimiento anteriores, pero los investigadores dicen que esta evidencia era inconsistente. “Los trastornos por consumo de opioides son complejos y es poco probable que se resuelvan con un solo tratamiento”, dice Wilson. “La mejor manera de apoyarlos son enfoques holísticos basados en evidencia que miren el panorama más amplio e incluyan terapias físicas, psicológicas y farmacoterapéuticas”.
Los resultados del estudio tienen implicaciones importantes para los médicos y responsables de políticas que consideran el uso del cannabis como una estrategia para reducir el consumo de opioides. A medida que aumenta la legalización del cannabis en diferentes países, es esencial que los profesionales de la salud y los responsables de políticas se basen en evidencia sólida al tomar decisiones sobre el uso de esta sustancia. Sin duda, se necesita más investigación para comprender completamente los efectos de estas sustancias entre sí. Es importante llevar a cabo estudios a largo plazo que examinen no solo los efectos a corto plazo, sino también los efectos a largo plazo del consumo de cannabis en personas con trastornos por uso de opioides.
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